A veces me inspiro y escribo en mi block de notas... Esas palabras se pierden entre otras miles, pero, por alguna razón reaparecen cierto tiempo después y me iluminan. Hoy quiero que mis notas sean un post que pueda ser antorchita para tí también.
No hay mejor forma para descubrir hacia dónde te lleva tu vida, que permitirte llevar por la voluntad interna.
Cuando avanzas con placer y eligiendo cada minuto, no hay error posible y es más liviano el andar.
Llegará un momento en el que unir los puntos te dé perspectiva y te muestre el camino que siempre ha estado trazando tu Alma, aunque no te hubieses dado cuenta.
Pero eso ocurrirá casi por un acto de magia o serendipia, y sólo te lo proporciona la mirada retrospectiva de LO VIVIDO.
Nunca será al revés, como nunca irá la carreta antes que los caballos.
Aunque intentamos ir por la vida, queriendo conocerlo todo, antes de serlo todo.
Porque cuando cualquier cosa se antepone al SER, resultará antinatural y poco orgánico.
En un mundo en el que queremos tener todo claro para ayer y de manera mental antes de empezar, solemos paralizarnos antes de asumir el riesgo creativo que implica crear nuestros productos y servicios en el juego diario.
Queremos conocer nuestra misión, propósito, en que soy diferente, mi mensaje, los servicios y productos perfectos y una abrumadora lista de moda emprendedora...
Pero sin dar el paso previo: abrir las compuertas internas para expresar el conocimiento que llevamos dentro y permitirle que tome su propio carácter y que se construya.
La mayoría de nuestros proyectos mueren y se envenenan antes florecer, incluso antes de crecer, porque no son nuestros, son un cúmulo de experiencias vitales + información aprendida en alguna parte, sin que haya transitado el proceso de moldearlo.
Volcar nuestro interior al exterior y convertirlo en algo singular, requiere esmero y cariño, pero sobre todo práctica.
Tener dos manos, y un puñado de arcilla, no es en sí una obra de arte.
Es necesario un proceso, modelar varios intentos, y sorprenderte descubriendo lo que ambos elementos son capaces de crear.
Puedes empezar sabiendo de antemano el tipo de jarrón que quieres construir, o descubrirlo en medio del acto creativo.
Nuestra vida es como ese acto creativo.
Olvidamos que la más grande sabiduría está en descubrir sobre la marcha.
Porque sólo nos re-conocemos a nosotras mismas y al potencial que llevamos dentro, cuando nos entregamos a fluir con el río de la ACCIÓN INSPIRADA.
La que nos lleva a crear es una fuerza modeladora impulsada desde adentro, insuflada por nuestra Alma.
Hay dos posturas vitales posibles: forzar o permitir. Son dos formas muy distintas de CREAR.
Forzamos cuando creemos que vamos por la vida controlándolo todo, y obligándonos a avanzar con estructuras y en ciertos caminos que no son los propios (porque son los conocidos, los esperados y poco placenteros).
Fluímos cuando nos dejarmos llevar por lo espontáneo, lúdico e incluso cambiante, bebiendo los manantiales de tus pasiones y talentos múltiples sin la necesidad de colocarnos en una caja creativa.
A veces me cansa la idea de construirnos como profesionales, cuando en verdad, siento que es más bien un constante DESCUBRIRNOS COMO SERES CREATIVOS.
Cuando permitimos que nuestro ámbito profesional, limite el entramado de nuestras pasiones, es como si quisiéramos sacer un trozo al telar, porque es demasiado colorido.
Es, apagarte un poquito por dentro para encajar.
¡Por eso es que está tan de moda reinventarse!
Porque cada vez es más difícil tolerar el ahogo autoelegido que implica reducir nuestra vida a unas pocas migajas cuando somos un pan de masa madre grande y hermoso.
Así se ha ido construyendo este espacio enamoradadelaluna, porque el proceso creativo muta y me balancea de un puerto a otro. Y he dejado siempre que las aguas te mezan.
Este último tiempo me he dejado explorar y he ido descubriendo paisajes nuevos que me interesa profundizar.
Y es la creatividad cíclica lo que ahora me entusiasma.
Con amor,
Mariana
Lo publiqué:
DÍA 28. Arquetipo La Hechicera
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