Un tributo al amor en su día...
Hoy es un día para celebrar el amor... Celebramos tantas cosas inútiles, ridículas, creencias que ni sabemos de dónde proceden, ni entendemos, ni somos afines a ellas.
Hagamos el esfuerzo de dejar la crítica a un lado (a esa cruel vocecita que todo lo juzga, que todo lo cuestiona y sabotea en nuestro interior) y miremos con otros ojos, aquellos que responden al llamado interno para celebremos hoy que estamos vivos... ¡Que amamos!
Porque si no existiera esa dulce energía que crece como un calorcito desde lo profundo de nuestro pecho, y que se extiende hacia todo nuestro ser y quienes nos rodean, la vida sería totalmente gris.
Somos seres tan sociales como amorosos, sin los otros que nos rodean y apoyan no existiríamos.
Hoy sí celebro el amor, y todos deberíamos hacerlo.
Levantemos nuestras copas y brindemos por nuestros padres, hermanos, primos, tíos, toda nuestra familia, a lo largo y a lo ancho de nuestro árbol genealógico, veamos con amor el momento en el que fuimos concebidos y también el momento en el que nacimos.
Brindemos por nuestros amigos, y el amor que nos otorgaron en cada paso en común, brindemos por nuestros compañeros de trabajo, compañeros de clases, nuestras mascotas, y por todas esas personitas que nos cruzamos al menos una vez y nos regalaron una sonrisa, un gesto o una charla que alegró nuestro corazón.
Agradezcamos también a aquellos que amamos y ya no están con nosotros, la vida los ha depositado allí en nuestras vidas por un instante para hacernos más grandes, más fuertes, más hermosos, más completos, más sabios.
Concedámonos el día de hoy, el permiso de perdonarnos y perdonar a todos aquellos con los que hayamos tenido problemas, al fin y al cabo por más terrible que sea lo que hemos sufrido, ellos también son humanos, y también han cruzado sus batallas, nadie habita realmente en las penas del corazón ajeno. Enviemos amor.
Dejemos que la energía del agradecimiento nos embauque y nos llene, que sane nuestro corazón y nos inspire.
Enamorémonos de la vida tantas veces como el día nos lo permita, del árbol de la ventana, de los pájaros que nos cantan cada mañana, de la cama en la que descansamos, del delicioso plato de comida que hemos probado, de las mariposas que revolotean en el jardín...
Enamórate de ti, de tu cuerpo, de tus sueños. Dedícate un acto de amor, obsequiate un te amo, hazte un mimo, ponte una música que te agrade y concédete esa pieza.
Aprovechemos para crear excusas para amar, y a dejar de tener miedo y huir cada vez que la oportunidad se nos presenta.
Somos amor, es nuestra esencia, pero nada puede aparecer mágicamente sin antes cultivarlo tiernamente en nuestro interior.
¡Seamos osados!, tomemos nuestros celulares (ese que tienes ahora al alcance de tu mano o en ella) y enviemos al menos en este instante cinco mensajes de "te amo", a quien sea que nos haya inspirado, nos haya regalado una pizca de su vida.
El amor es el motor del cambio, es la fuerza de la transformación. Nada puede nacer y transformar profundamente al mundo si no nace desde el amor...
¡Que no nos confundan!, que no nos hagan creer que este mundo es odio y maldad, que olvidemos que tan poderosos somos, que tan empáticos, que tan misericordiosos, que tan amorosos.
Que no olvidemos que nuestro poder, nuestra llama, radica en esa pequeña palabra tan poderosa y llena de significado.
Vivamos el amor a cada instante y hagamos que se esparza como pólvora y vaya encendiendo chispas en los corazones.
Con amor,
Mariana
PD. Recuerda que en marzo 2022 estaré lanzando mi primer libro: CÍCLICA.
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